La Universidad de Antofagasta dispone de la única cámara de hipoxia hipobárica en el país, con capacidad para ocho personas y la capacidad de simular altitudes de 0 a 5.000 metros sobre el nivel del mar en tan solo 9 minutos.
Para comprender mejor el impacto en la vida de aquellos que viajan o residen en regiones de gran altitud geográfica, es esencial abordar el estudio de la fisiología humana, su capacidad de adaptación, así como los aspectos relacionados con la salud y la enfermedad.
En este contexto, el Centro de Investigación en Fisiología y Medicina de Altura (Fimedalt) de la Universidad de Antofagasta está llevando a cabo tres investigaciones en esta área, las cuales se espera que generen un significativo impacto tanto a nivel nacional como internacional.
Estos tres proyectos, centrados en la hipoxia de altitud, buscan mejorar la calidad de vida y el bienestar de las personas que viven en áreas de elevada altitud, abarcando tanto entornos laborales como sociales y deportivos. Su objetivo principal es contribuir a la formulación de políticas públicas a través de estudios que puedan influir en la toma de decisiones.
El doctor en Fisiología y director del centro en la Universidad de Antofagasta, David Andrade, destacó que estos tres estudios se están llevando a cabo en colaboración con Minera Escondida y la Pontificia Universidad Católica, en conjunto con el Hospital Clínico de dicha institución.
El proyecto inicial, financiado por Fondecyt, lleva por título “Elucidating the potential role of peripheral chemoreceptors as metabolic sensors during exercise“. Su enfoque se centra en la investigación del cuerpo carotídeo, que es el órgano principal encargado de detectar el nivel de oxígeno en el organismo, así como en las moléculas liberadas por las personas durante la actividad física.
“Existe la posibilidad de que algunas personas que no responden bien a gran altitud pueden tener alteraciones tanto en la liberación de metabolitos como en la detección de estos, causando síntomas derivados al mal de altura, como, por ejemplo, deterioro de la capacidad física en gran altitud”, explicó el científico.
Detección de hipertensión y diabetes
En el segundo proyecto, denominado “Cyber-physical systems for personalized healthcare: a data-driven approach for improved management of diabetes and hypertension“, la Universidad de Antofagasta colabora como asociada, mientras que la Pontificia Universidad Católica actúa como patrocinante. En esta investigación, los científicos se proponen desarrollar un sistema ciberfísico de alerta temprana diseñado especialmente para niños que sufren de hipertensión o diabetes.
La premisa fundamental es empoderar a los padres con la capacidad de realizar intervenciones a través de una aplicación o software que facilite la detección temprana de estas enfermedades.
“Queremos generar un sistema y aplicación en niños que viven en gran altitud. Nos propusimos evaluar estos casos, incluso, ya hicimos las primeras medicines en San Pedro de Atacama. Esperamos concretar una segunda visita y así obtener datos suficientes para crear este software con aplicación específica en gran altitud”, sostiene el doctor Andrade.
Cámara de Hipoxia Hipobárica
El tercer proyecto, respaldado económicamente por Minera Escondida Ltda., se titula “El control autonómico como piedra angular asociada a la regulación de la capacidad física en condiciones de hipoxia-hipobárica: una mirada traslacional“. Su enfoque se dirige hacia los aspectos inconscientes y autonómicos que podrían influir de manera positiva en la capacidad de realizar ejercicio en altitudes elevadas.
Sobre esta investigación, el fisiólogo afirmó que cuentan “con una cámara de hipoxia hipobárica única en el país, podemos tener hasta ocho personas dentro. Esta cámara puede alcanzar los 0 a 5.000 metros sobre el nivel del mar en nueve minutos, aquí podemos simular las condiciones de presión atmosférica que se observan en gran altitud”.
Redes para concretar proyectos de fisiología de altura
La Universidad de Antofagasta ha establecido alianzas estratégicas con la Pontificia Universidad Católica y la Universidad Andrés Bello para llevar a cabo estas investigaciones. Además, se busca establecer una colaboración con la Universidad Arturo Prat de Iquique, que cuenta con un instituto especializado en Medicina de Altura.
Por otro lado, el Centro de Investigación en Fisiología y Medicina de Altura (Fimedalt) de la Universidad de Antofagasta ha establecido colaboraciones a nivel internacional con la Universidad de Lausana en Suiza y la Universidad Pública de Navarra en España. Actualmente, la institución tiene estudiantes de doctorado realizando sus tesis en la UA como parte de esta cooperación internacional.