La inteligencia artificial de Google, AMIE, ha demostrado superar a los médicos humanos en diagnósticos y empatía según una reciente investigación.
Aunque estos resultados son notables, se enfatiza que la IA no debe reemplazar la interacción humana en la atención médica, subrayando la importancia de las relaciones personales en el cuidado de la salud. Se destaca que la inteligencia artificial se ve como un complemento, no un sustituto, de la atención médica proporcionada por profesionales humanos.
De acuerdo con un informe de Nature, se llevaron a cabo pruebas simulando pacientes y sus diagnósticos, especialmente centrados en condiciones respiratorias y cardiovasculares, así como sus historiales médicos. En este escenario, tanto los médicos como el Explorador de Inteligencia Médica Articulada (AMIE), la IA desarrollada por Google, fueron sometidos a evaluación.
Es importante señalar que, a pesar de ser un estudio experimental, el artículo publicado el 11 de enero en el repositorio de preimpresión arXiv especifica que el chatbot no se ha probado en pacientes reales, sino únicamente en actores que representaron ciertas condiciones médicas.
Durante el proceso de programación de la inteligencia artificial, los desarrolladores se encontraron con la falta de datos de conversaciones médicas reales. Ante este desafío, idearon un enfoque donde el chatbot fue entrenado mediante sus propias ‘conversaciones’. Esta técnica permitió ajustar el sistema utilizando datos del mundo real, incluyendo registros electrónicos de salud y transcripciones médicas.
Los resultados positivos indican que en el futuro, la inteligencia artificial podría desempeñar un papel crucial en la democratización de la atención médica. Sin embargo, los autores subrayan que no debe sustituir la interacción humana en la medicina, ya que esta implica aspectos más allá de la recopilación de información, haciendo hincapié en la importancia de las relaciones humanas.
El “Doctor IA” de Google aún no está listo
Aunque el chatbot demuestra una precisión notable, su implementación en la atención clínica aún se encuentra en una etapa distante, y se necesitan investigaciones más exhaustivas para evaluar posibles sesgos y asegurar su eficacia en diversas poblaciones.
El coautor del estudio e investigador clínico de Google Health en Londres, Alan Karthikesalingam, destacó que, hasta donde se sabe, este es el primer sistema de IA conversacional diseñado específicamente para el diálogo diagnóstico y la elaboración de historias clínicas. Sin embargo, enfatiza la necesidad de interpretar los resultados con precaución y humildad.
Se están teniendo en cuenta consideraciones éticas vinculadas a la privacidad de los usuarios. A pesar de que la inteligencia artificial muestra un rendimiento prometedor al equipararse o superar a los médicos en precisión en las seis especialidades consideradas y en 24 de los 26 criterios evaluados, se subraya la importancia de utilizarla en conjunto con la atención médica humana.
Esto reconoce que la medicina implica más que simplemente recopilar datos, ya que abarca relaciones humanas cruciales en el cuidado de la salud.
“Esto no significa en absoluto que un modelo lingüístico sea mejor que los médicos a la hora de elaborar la historia clínica”, enfatiza Karthikesalingam. Destaca que los médicos humanos que formaron parte del estudio posiblemente no estaban acostumbrados a interactuar con sus pacientes a través de chats, mientras que la inteligencia artificial puede redactar respuestas largas y elaboradas en cuestión de segundos.
